domingo, 20 de noviembre de 2011

Queen: 1ª Parte (1969-1979)















Cuando están a punto de cumplirse 20 años de la muerte de Freddie Mercury (24 Noviembre), hemos decidido rendirle un pequeño homenaje en nuestra Gran Travesía con dos programas especiales dedicados al grupo Queen, una de las formaciones definitivas de la Historia del Rock.

En la primera parte, vamos a prestar especial atención a sus inicios en 1969 como músicos en bandas de escaso éxito como Ibex, Wreckage, Sour Milk Sea, (en el caso de Farrokh Bulsara, posteriormente conocido como Freddie Mercury), y Smile (trío integrado por Tim Staffell, Brian May y Roger Taylor).


Farrokh Bulsara (Freddie Mercury) con 10 años de edad





Smile (de izquierda a derecha, Brian May, Tim Stafell y Roger Taylor)




Sour Milk Sea, grupo en el que estaba Freddie Mercury en 1969 (1º izquierda)



Tras disolverse Smile por la marcha de Staffell, en abril de 1970 se les uniría Frederick Bulsara, quien decidió cambiar el nombre de la banda por el de Queen, y el suyo propio por el de Freddie Mercury en honor al Dios Mercurio. No sería hasta principios del año siguiente, febrero de 1971 cuando se completase la formación clásica del cuarteto con la incorporación del bajista John Deacon, el más joven de todos, que en aquel entonces contaba con tan solo 19 años de edad.

Fue también en esa época cuando diseñaron el famoso logo de la banda, basándose en los 4 signos zodiacales de los 4 integrantes, 2 leones por el signo de Leo (Roger Taylor y John Deacon), un cangrejo por el de Brian May (Cáncer), y dos hadas por el signo de Mercury (Virgo). Todos ellos bajo el manto protector del Ave Fénix configuraban un diseño muy llamativo, muy semejante al Escudo oficial del Reino Unido, que no obstante no les reportó demasiada fortuna hasta 1975.





Como suele ser bastante habitual en los inicios, tuvieron muchos problemas para poder encontrar discográfica y un estudio de grabación acorde con sus posibilidades, así que tuvieron que conformarse con utilizar de madrugada los Estudios De Lane Lea, en pleno Soho londinense, lugar donde habían grabado gente como Jimi Hendrix, Beatles, Pink Floyd, Rolling Stones o Deep Purple, entre otros La condición era que sólo podían usar esos estudios cuando estaban libres, es decir en horario de madrugada.
Tras muchos retrasos y tener, por fin, sus primeras demos grabadas, les faltaba poder publicarlas. Llegarían a un acuerdo con Trident Studios el 1 de Noviembre de 1972, para hacer uso de los estudios Trident y re-grabar los temas. Pero la publicación y distribución de su primer disco era otra cosa. Todavía quedaban varios obstáculos que salvar. Al margen de que el nombre del grupo y su sonido no era lo suficientemente convencional en aquel momento, tuvieron que retrasar la publicación del LP debido a la crisis del petróleo que estalló en 1973. Las discográficas sólo confiaban en valores seguros, y un nuevo grupo con ese sonido, imagen y nombre, era excesivamente arriesgado en ese momento. Si a eso le añadimos que la portada del disco no era demasiado llamativa…





Así que fue finalmente Triden Studios quien se decidió a lanzarlo tras firmar un contrato de distribución con Elektra en EEUU y con E.M.I en el Reino Unido. El primer disco de la banda, llamado como el grupo, fue publicado finalmente el 13 de julio de 1973. Fue un estrepitoso fracaso de ventas, a pesar de tener un muy buen repertorio, con un sonido cercano al Hard Rock de la época y a sus admirados Led Zeppelin. Pero por supuesto le daban su especial toque, ya que prestaban gran atención a las melodías, a los juegos vocales y cambios de ritmo, como en Keep yourself alive (su primer single), Jesus, Doing all right (compuesta en la época Smile con Tim Stafell en los créditos) o Liar.

Este fracaso no desanimaría al grupo, que apenas dos meses después del lanzamiento de su primer vinilo ya tenía grabadas las piezas del segundo, Queen II, un trabajo mucho más ambicioso y barroco, con dos caras bien diferenciadas. La cara A (White Side) dominada por composiciones del guitarrista Brian May y la cara B (Black Side), con temas de Mercury. Temas con unos desarrollos instrumentales más elaborados y complejos como Father to son, March of the Black Queen, Ogre Battle, se dan la mano con composiciones más sencillas pero igual de efectivas (Funny How love is, Nevermore, Some Day one day). El piano se convierte en un elemento imprescindible desde ese momento, dejando de lado totalmente el uso de los sintetizadores, costumbre que mantendrían hasta la década de los 80.





Seguramente es este disco una de las joyas ocultas de su discografía (a pesar de que las ventas no acompañaran tampoco) y el preferido de gente como Axl Rose, Mat Bellamy de Muse o Billy Corgan de Smashing Pumpkins. Además, esta producción contiene el primer pequeño éxito de los británicos , Seven seas of Rhye (nº 10 en UK, un corte muy imaginativo donde nos hablan de un mundo de fantasía llamado Rhye) que ya aparecía en su anterior trabajo, pero de forma instrumental. Aquí también lo utilizan para cerrar magistralmente el 2º LP, publicado el 8 de marzo de 1974.
Tras la correpondiente gira de presentación del disco, (tendrían que cancelar numerosos conciertos en su primera gira por EEUU donde actuaban de teloneros de Mott The Hopple debido a una hepatitis de Brian May), se meterían de lleno en los estudios para dar forma a su tercer trabajo. Sheer Heart Attack lo grabarían en verano de ese año (1974) y lo publicarían el 1 de noviembre. Este es otro de los trabajos capitales de Queen, donde se empieza a ver clarísimamente otra de las señas de identidad de la formación, su eclecticismo y variedad de estilos. Seguramente habrán existido en toda la Historia de la Música muy pocos grupos tan variados. Esa diversidad de estilos tiene una explicación lógica, y es que cada miembro aportaba sus propios temas y ayudaban en la elaboración del resultado final. De hecho, Queen es el único grupo de la Historia del Rock cuyos 4 componentes han compuesto un nº 1.





John Deacon aporta a este disco Misfire, un tema pop muy sencillo, animado, directo y comercial que no desentona para nada en todo el album, un trabajo algo menos estructurado que el anterior Queen II, pero absolutamente desbordante de pasión y vitalidad en cortes como Now I´m here (rock clásico y contundente de Brian May), Killer Queen (su primer gran éxito compuesto por Freddie Mercury y que alcanzó el puesto nº 2 en UK), Stone Cold Crazy (considerado como el primer tema Trash, compuesta en sus orígenes por Mercury cuando estaba en el grupo Wreckage, y versionada posteriormente por Metallica), In the Lap of The Gods (rock de estadio en su mejor vertiente), Dear Friends (una hermosa canción de cuna cantada y compuesta por May), Tenement Fuster (extraña pero maravillosa aportación del batería Roger Taylor), Bring back that LeRoy Brown (un estilo de “charlestón” años 30 compuesto por el cantante, donde Brian May toca el banjo-ukelele), esa especie de marcha fúnebre del guitarrista llamada She makes me (Stormtrooper in stilettos) o esa auténtica joya llamada Brighton Rock, donde Brian May deslumbra con su peculiar técnica de tocar la guitarra (suele tocar su Red Special, diseñada por él mismo, utilizando una moneda de seis peniques para obtener ese particular sonido) y sus numerosos efectos “delay”






en el que parecen estar sonando distintas guitarras dobladas. Sin ninguna duda, el disco preferido de quien ésto escribe, y que estuvieron presentando por primera vez en España el 13 de Diciembre de 1974 en el Palacio Municipal de Deportes de Barcelona (aunque en la entrada ponga Lérida). Por 200 pesetas podías ver al grupo del momento





Previamente, el 2 de diciembre, habían estado actuando en Munich junto con los Lynyrd Skynyrd, banda mítica del mejor Rock sureño que acababa de publicar su segundo LP



Tras concluir una extensa gira el 30 de abril de 1975 en Yokohama, Japón, decidieron tomarse un pequeño respiro, para volver a meterse en los estudios en verano de ese año. El gran esfuerzo, así como el magnífico resultado se pudo ver el 21 de Noviembre de 1975. A night at the Opera (su obra cumbre), vió la luz ese día.

Un gran trabajo que consigue aunar a la perfección las dos facetas que destacaban en sus dos anteriores LPs, enorme producción y un eclecticismo extremo. Aquí su abanico de posibilidades se abre por completo, y aparecen diversos estilos, una vez más, provocado por el hecho de que los 4 integrantes aportaran nuevas composiciones. Su ambición y posibilidades parecían infinitas. Al pop más sencillo y sofisticado de You´re my best friend (tema compuesto por el bajista John Deacon), al rock más directo y mordaz (Death on Two legs, dedicado por Mercury al anterior manager de la banda o Sweet Lady de Brian May), o a uno de mis temas preferidos del batería (I´m in love with my car y su pasión por los coches) se le añaden nuevas posibilidades sonoras. Y es que el country-folk (39´), el rock progresivo (The Prophet´s song), la música de cabaret (Lazing on a Sunday afternoon), la Ópera en su definición más estricta (Bohemian Rhapsody), la balada más preciosista (sonido de Harpa incluida con Love of my life ¿Nuevo homenaje a sus admirados Hermanos Marx?) y la música circense y el dixieland (Good Company) enriquecen sobremanera el catalogo del cuarteto británico. Si a eso le añadimos las numerosas posibilidades que se le abrían al poder utilizar distintos estudios de grabación de manera simultánea, gracias a la gran apuesta que hizo la discográfica por ellos, junto con el enorme talento e inspiración que poseían los integrantes de la banda, se entiende que el disco sea un trabajo tan rico en matices, y el LP más caro de la Historia del Rock en ese momento.

El perfecto ejemplo fue su single adelanto, Bohemian Rhapsody, tema compuesto por Mercury, publicado el 31 de octubre, y que el grupo tardó 4 semanas en terminar de grabar. Parece ser que conforme el cantante explicaba a los demás integrantes de la banda la estructura de la canción y su temática, éstos no daban crédito. No le fue nada fácil convencer al grupo ni a la discográfica de que ése iba a ser su single promocional, todo un “suicidio comercial”, una canción sin estribillo, con una estructura, duración y estilo que rompía los esquemas más convencionales. De hecho, no llegaron a convencer a la discográfica hasta que Freddie Mercury “filtró” una copia a un DJ conocido de Capital Radio. Sólo cuando el tema empezó a rotar con cierta asiduidad, la discográfica se convenció de que eso podía ser una “mina de oro”.





La jugada les salió perfecta, ya que la canción se convirtió en nº 1 durante 9 semanas consecutivas en UK, todo un record en la Historia del Rock y que le llevó con el tiempo a ser el tercer single británico más vendido de todos los tiempos. La dificultad de recrear el tema en directo, hizo que grabaran un video-clip que se utilizó para mandarlo de manera promocional a los distintos programas televisivos. No fue el primer video musical grabado por un grupo, pero el concepto de utilizarlo para promocionar su música sí que sería algo totalmente novedoso, ya que desde ese momento la música pasó de ser simplemente “oida” a empezar a ser “vista” en todos los hogares, sobre todo cuando a principios de los 80 empezaron a surgir cadenas televisivas (MTV) que proyectaban 24 horas ininterrumpidas de videos musicales. Todo un punto de inflexión en la Historia del Rock.

Tras la gira de este disco, que les llevó desde UK hasta Australia, Japón y EEUU, y tras su pertinente descanso, volverían a los estudios en verano de 1976 para grabar la “secuela” de A Night at the Opera. Este nuevo trabajo finalmente sería editado el 10 de diciembre de 1976 y llevaría por título A Day at the Races (otra emblemática película de los Hermanos Marx). Otro dardo en el centro de la diana, y otro número 1 que se abría con una “intro”, (que en realidad era el final de la última canción con el fin de dotar a ese trabajo de un un “efecto bucle”) y que estallaba de manera espectacular con el inmortal riff de Tie Your mother down, compuesta por Brian May en Tenerife mientras trabajaba en su Doctorado en Astronomía. Una canción capaz de resucitar a un muerto y que no faltaría en casi ninguno de sus conciertos, y una de las mejores composiciones del guitarrista.





Este disco contendría también momentos memorables, y como siempre, en piezas totalmente independientes unas de otras, pero en una estructura del L.P perfectamente estudiada. Temas lentos como You Take my breath away, canciones pop muy comerciales (Good old fashioned lover boy y You and I, una maravilla del bajista John Deacon), Somebody to love (con aires Soul y cierto deje Gospel en el uso de las voces), el rock más sencillo, primitivo y potente de White Man (tema que habla de la aniquilación de los pueblos nativos americanos a manos de los inmigrantes europeos), Teo Torriate (con un estribillo cantado en japonés como muestra de agradecimiento a sus fans nipones) o el melancólico corte Long away, cantado por el guitarrista…

Pero sobre todo, esa joya llamada Millionaire Waltz, llamada a ser la sucesora de Bohemian Rhapsody. Aunque no la publicaron como single, es una auténtica delicia poder escuchar ese perfecto híbrido entre Rock “estilo Led Zeppelín”, con unos juegos de voces como sólo ellos sabían hacer, filtrado por el Vals más clásico. Todo ello en una sola canción, y evidentemente, con unos cambios de registro absolutamente espectaculares. Lo dicho, una virguería de composición.

Volverían a la carretera para promocionar su disco con extensas giras por EEUU, Canadá y Europa, cerrándola con dos memorables conciertos el 6 y 7 de junio de 1977 en Earls Court, Londres.

En esa imparable carrera disco-gira-disco que les había convertido en una de las bandas más grandes del momento, volverían a recluirse en los estudios para grabar sus nuevas canciones. Rompiendo con la trayectoria de títulos cinéfilos, publicarían News of the World el 28 de octubre de 1977.






Es éste un disco bastante más sencillo en su composición, con temas como All dead, all dead, Sleeping on a sidewalk, My melancholy blues y dos de sus temas más universales, We will Rock you y We are the champions, con los que abrían el disco, y curiosamente, con los que cerrarían todos sus conciertos desde entonces. Estos dos temas (el primero de May y el segundo de Mercury), se han convertido en auténticos himnos de estadio. No existe ningún gran acontecimiento deportivo en el que no suenen. Y estaba claro, solo un grupo como ellos era capaz de componer uno de los temas más complejos de la Historia del Rock (Bohemian Rhapsody) y apenas año y medio después publicar la canción, probablemente, más sencilla (We will Rock you). Y lo más difícil, por supuesto consiguiendo que las dos sean auténticos éxitos mundiales. Quizás ése sea el principal logro del grupo británico.

Pero en el disco había mucho más. Dos extrañas aportaciones, Fight from the inside (compuesta por Roger Taylor) y Get Down, Make Love (del cantante y posteriormente versionada en 1989 por Nine inch Nails), dos de sus temas más potentes (It´s late y Sheer heart attack, ésta última, con un ritmo frenético y compuesta de nuevo por el batería como crítica a la emergente escena punk), y otros dos temas magistrales del bajista John Deacon, quien ya se había destapado como otro gran compositor y como seria alternativa a los otros dos principales songmakers del grupo. Who needs you y sobre todo Spread your wings, una canción muy positiva que habla sobre la superación de los malos momentos, y que se encuentran entre lo mejor del tímido bajista. Otro disco muy notable que cerraba una racha gloriosa en la, hasta entonces, inmaculada trayectoria del cuarteto.




Luego llegaría su fallido Jazz. Un disco que, personalmente, me parece de los más flojos de su carrera, y que casualmente no contiene ningún elemento al que hace referencia el título del disco. Con una portada que ya era todo un presagio, Jazz fue publicado el 10 de noviembre de 1978, y aunque contiene muy buenos momentos como Don´t stop me now (impagable el momento-homenaje en la película Shaun of the Dead), If you can´t beat them (otra del bajista), Let me entertain you o Dead on time, el disco no consigue despegar. Y es que el lastre de temas como Bycicle race (probablemente su peor single), los dos infumables temas de Mr. Taylor (More of the Jazz y Fun it), un tema como Mustapha o dos fallidas baladas como Jealousy o In only seven days es un gran escollo difícil de superar. De hecho fue su primer disco que no alcanzó el nº 1 desde Sheer Heart Attack.

Su nueva gira les traería otra vez a España. Casi 5 años desde su anterior visita, dieron tres conciertos en el Palacio de los Deportes de Barcelona el 19, 20 y 21 de febrero y uno en Madrid el 23 de febrero de 1979.





Seguramente el relativo poco éxito del disco hizo que se plantearan grabar y editar un disco doble en directo que tan de moda estaba en ese momento. El resultado fue Live Killers, un tremendo archivo histórico de lo que eran capaces de hacer en concierto. A pesar de no ser todas las canciones de un único show, sino de distintos conciertos de su gira europea de invierno de 1979, el resultado no se resiente lo más mínimo.





Con ese disco doble, y con la publicación de un nuevo single, esta vez acercándose al sonido estilo 50´s con Crazy little thing called love, ponían punto y final a su década más creativa e inspirada, la de los 70.












1 comentario:

  1. QUEEN ES UNA DE LAS MEJORES BANDAS DEL MUNDO...ROWILDAN NIC.

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