sábado, 19 de noviembre de 2011

Los Rotundos: Olor a Victoria!




Ayer por la noche tuve la suerte de poder asistir a algo “histórico”. No fue fácil la elección, ya que teníamos prevista una escapada a Elche para asistir a una fiesta especial tributo a una de nuestras bandas más queridas, Pearl Jam. El B-Side prometía una gran noche dedicada a la banda de Eddie Vedder con motivo de sus 20 años, y a toda esa escena que puso “patas arriba” la Industria musical.

Pero a lo que ibamos. Tuvimos que decidirnos. Y nos fuimos a la carretera de la Palma al 80´s (antiguo Tris Tras) a ver a Los Rotundos. La noche prometía. Buen ambiente, buenos precios, muchas caras conocidas, y sobre todo muy buena música, en una noche que se le dedicaba a la memoria del cantante y poeta Sergio Algora, líder de El Niño Gusano.

Abrieron la velada El Nuevo acelerador. No lo tuvieron fácil. Su propuesta era bastante arriesgada. Interpretar temas tan personales de la mítica banda aragonesa, a dúo y con la simple ayuda de voz y guitarra era complicado…y si en la presentación del grupo comentas que la música del “Niño Burbuja” te ha marcado tanto…es difícil terminar de conectar. También es cierto que el público tenía ganas de más tensión, electricidad y energía.

Tras el Nuevo Acelerador salieron The Blue Bananas. Era la segunda vez que los veía, y me gustaron. Primero tocaron temas del Niño Gusano, en los que se manejaron bastante bien, y luego, en una segunda tanda tras Los Rotundos, versiones de clásicos del Rock de todas las épocas (Dylan Stones, U2, Travelling Willburys, CCR, Depeche Mode…). Quizás era en los temas más directos y sencillos donde mejor se movían (Dead flowers, Angel of Harlem). Mención especial para una de mis canciones preferidas del repertorio de los Jayhawks, Bad time. La bordaron.



Pero lo mejor estaba aún por llegar. Sobre las 00.30 aprox. saldrían los Rotundos. Liderados por ese enorme guitarrista llamado Jose Moral y acompañados para la ocasión por Alejandro Saura y Alejandro Hermosilla a las voces, empezaron con varios temas del grupo homenajeado, con un gran resultado. Esa compenetración que consiguieron sobre todo con Alejandro Saura (sigue manteniendo una gran voz, por cierto) tiene mucho mérito e hicieron de esa parte del concierto algo bastante especial y divertido. Cierto es, también, que el batería que llevaban no era Gonzalo de la Rocha, el habitual del grupo. Pero su sustituto, Jose García (batería de River), supo suplirlo con bastante solvencia y efectividad. Y si tenemos en cuenta que había ensayado con los Rotundos apenas un par de veces, todavía le da mucho más mérito a lo que vivimos allí por la noche.

La energía que posteriormente desplegaron Los Rotundos fue sencillamente espectacular. Guiados por un bajo muy eficaz (Angel Galindo "Piña"), y liderados por un Jose Moral pletórico a la guitarra, la cosa era cuestión de tiempo. El derroche de pasión y sentimiento que le ponía este trío era, sencillamente para vivirlo. La electricidad se podía masticar en el ambiente. Su surf-rock instrumental y profundamente garajero convirtieron la noche en una experiencia muy distinta a casi cualquier concierto de Rock en el que haya estado. La distorsión sonaba a gloria.

Los que nos quedamos con ganas de más, tuvimos nuestro obsequio tras la improvisada jam de los Blue Bananas con los miembros de los demás grupos participantes (auténtico desparrame a altas horas de la noche donde las afluencias etílicas ya habían hecho su trabajo). Y aún hay más, el viernes que viene, día 25 de noviembre, a buen seguro la van a liar en la Matriz. No quiero ni imaginarme lo que se puede vivir allí. Como dijo Robert Duvall en Apocalypse Now “Amo el olor del napalm. Una vez durante doce horas bombardeamos una colina y cuando acabó todo, subí. No encontramos ni un cadáver de esos chinos. Que pestazo el de la gasolina quemada. Aquella colina olía a… a victoria”. Así nos sentimos casi todos los presentes. Efectívamente, era el olor a Victoria.

P.D: Nos vemos el viernes en la Matriz!

No hay comentarios:

Publicar un comentario