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ftp://usuario:usuario@gacetafm.no-ip.info/GRANTRAVESIA/Capitulo%20010.%20Roy%20Orbison..mp3Roy Orbison nació en Vernon, Texas. Tras trasladarse a Fort Worth hacia 1943 para encontrar trabajo en las fábricas de municiones durante la Segunda Guerra Mundial, la familia se mudó otra vez hacia finales de 1946 a una pequeña ciudad dedicada al petróleo, Wink. La música fue parte importante de su vida familiar.
Muchas de las primeras canciones que grabó fueron producidas por Sam Phillips, quien además de a Johnny Cash producía a Jerry Lee Lewis, Carl Perkins y Elvis Presley. Orbison consiguió su primer éxito comercial en junio de 1956 con "Ooby Dooby", una canción escrita por unos amigos de Orbison en el instituto. Su canción "Claudette", llamada así por su primera mujer, fue grabada por los Everly Brothers como la cara b de su primer número uno, "All I Have To Do Is Dream". Sin embargo, los sonidos rockabilly y blues de los artistas de Sun no proporcionaron a Orbison demasiado éxito y su carrera pareció estancarse, aún a pesar de que los fans de la música rockabilly tienen sus grabaciones de ese estilo como entre las mejores nunca publicadas. Durante un tiempo, trabajó en Acuff-Rose Music en Nashville, Tennessee como compositor, y luego consiguió un contrato con la RCA, pero pronto Chet Atkins lo envió a Fred Foster, propietario de Monument Records, con quien firmó tras finalizar su contrato con RCA en 1959.
En Monument, Foster le animó a que rompiese con su estilo establecido. Bajo su guía, empezó a escribir sus propias canciones solo o en colaboración con Joe Melson y, más tarde, con Bill Dees, desarrollando su característica voz operística, y creando un sonido inaudito en el rock and roll de la época. Su primera grabación, "Uptown", fue un éxito moderado. Con la realización de "Only the lonely" y su inmediata llegada a lo más alto de las listas de éxitos ((#2 en los Estados Unidos, #1 en el Reino Unido), se convirtió en una estrella internacional. Su siguiente sencillo, "Running scared" se convirtió en el número 1 en Estados Unidos. A lo largo de su estancia en Monument Records, sus instrumentistas fueron un grupo de músicos de estudio excepcionales liderados por Bob Moore. La combinación de la voz de Orbison con el dinámico y armonioso sonido de la banda dio a las grabaciones de Orbison un sonido único y perfectamente identificable.
Otros temas importantes de esa época fueron Louie Louie (1956) de Richard Berry, un intérprete de doo-wop que escribió el tema con sus Pharoahs y Joe Turner, cuyo Shake Rattle And Roll (1957) permanecería como una de las canciones más excitantes de esa época. Screamin Jay Hawkins, de Cleveland (Ohio), introdujo el vudú en el rock’n’roll con I Put A Spell On You (1956) y cuyas bromas macabras en el escenario serían el perfecto preludio de lo que muchos años después vendría a denominarse rock gótico. Otis Blackwell, un compositor de canciones negro de Nueva York, es uno de los héroes anónimos del género: él escribió Fever (1955) para Little Willie John, Don't Be Cruel (1956) y All Shook Up (1957) para Elvis Presley, y Great Balls Of Fire (1957) y Breathless (1958) para Jerry Lee Lewis. El organista de jazz Bill Doggett tendió un puente entre el blues y el rock'n'roll con la pista instrumental Honky Tonk (1956), que de hecho le prestaba gran atención a la guitarra y el saxofón.
Muchas de las primeras canciones que grabó fueron producidas por Sam Phillips, quien además de a Johnny Cash producía a Jerry Lee Lewis, Carl Perkins y Elvis Presley. Orbison consiguió su primer éxito comercial en junio de 1956 con "Ooby Dooby", una canción escrita por unos amigos de Orbison en el instituto. Su canción "Claudette", llamada así por su primera mujer, fue grabada por los Everly Brothers como la cara b de su primer número uno, "All I Have To Do Is Dream". Sin embargo, los sonidos rockabilly y blues de los artistas de Sun no proporcionaron a Orbison demasiado éxito y su carrera pareció estancarse, aún a pesar de que los fans de la música rockabilly tienen sus grabaciones de ese estilo como entre las mejores nunca publicadas. Durante un tiempo, trabajó en Acuff-Rose Music en Nashville, Tennessee como compositor, y luego consiguió un contrato con la RCA, pero pronto Chet Atkins lo envió a Fred Foster, propietario de Monument Records, con quien firmó tras finalizar su contrato con RCA en 1959.
En Monument, Foster le animó a que rompiese con su estilo establecido. Bajo su guía, empezó a escribir sus propias canciones solo o en colaboración con Joe Melson y, más tarde, con Bill Dees, desarrollando su característica voz operística, y creando un sonido inaudito en el rock and roll de la época. Su primera grabación, "Uptown", fue un éxito moderado. Con la realización de "Only the lonely" y su inmediata llegada a lo más alto de las listas de éxitos ((#2 en los Estados Unidos, #1 en el Reino Unido), se convirtió en una estrella internacional. Su siguiente sencillo, "Running scared" se convirtió en el número 1 en Estados Unidos. A lo largo de su estancia en Monument Records, sus instrumentistas fueron un grupo de músicos de estudio excepcionales liderados por Bob Moore. La combinación de la voz de Orbison con el dinámico y armonioso sonido de la banda dio a las grabaciones de Orbison un sonido único y perfectamente identificable.
Otros temas importantes de esa época fueron Louie Louie (1956) de Richard Berry, un intérprete de doo-wop que escribió el tema con sus Pharoahs y Joe Turner, cuyo Shake Rattle And Roll (1957) permanecería como una de las canciones más excitantes de esa época. Screamin Jay Hawkins, de Cleveland (Ohio), introdujo el vudú en el rock’n’roll con I Put A Spell On You (1956) y cuyas bromas macabras en el escenario serían el perfecto preludio de lo que muchos años después vendría a denominarse rock gótico. Otis Blackwell, un compositor de canciones negro de Nueva York, es uno de los héroes anónimos del género: él escribió Fever (1955) para Little Willie John, Don't Be Cruel (1956) y All Shook Up (1957) para Elvis Presley, y Great Balls Of Fire (1957) y Breathless (1958) para Jerry Lee Lewis. El organista de jazz Bill Doggett tendió un puente entre el blues y el rock'n'roll con la pista instrumental Honky Tonk (1956), que de hecho le prestaba gran atención a la guitarra y el saxofón.
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